El final de las vacaciones de verano suele tener diferentes efectos entre la población. Mientras que los menores de edad tienen que intentar "autoengañarse" con que la vuelta al colegio será divertida porque volverán a ver a los amigos, los ciudadanos adultos tienen que sobrellevar la incorporación a la rutina laboral y, en algunos casos, asumir que los excesos del verano pueden requerir de la necesidad de practicar alguna clase de deporte o actividad física.
Es en ese momento, cuando parte de la población decide poner remedio a los excesos veraniegos, en los que a los afectados les vienen a la mente diferentes deportes a practicar, entre ellos el realizar alguna clase de actividad que podría englobarse dentro de lo que se conoce como fitness.
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