Ocio y cultura

No se pierden derechos porque sea divertido

Los espectáculos de música en vivo siguen siendo ignorados por las autoridades de Consumo, pese a que arrastran a miles de personas cada año.

Por Ángeles Castellano
España-16/08/2016

A veces, un plan divertido, como es acudir a un festival de música en verano o a un concierto con los amigos, se convierte en una imposible gymkhana en la que prueba tras prueba uno ya sólo puede aspirar a que le devuelvan el dinero. Las recientes cancelaciones de los festivales Territorios de Sevilla, el Marenostrum de Valencia, conciertos de Bunbury en varias ciudades o el de Melendi en Granada son algunos casos en los que los usuarios tienen que apretar el cuchillo entre los dientes y pelear para que no se les vulneren sus derechos en algo tan sencillo como la devolución del importe que pagaron para asistir a un evento que finalmente no se ha realizado.

Pero no son casos aislad

Contenido exclusivo para socios