
Salud y alimentación
Sociedad, leyes y derechos de los consumidores
La estructura jurídica actual discrimina al individuo, con escasos medios, frente a las grandes empresas. Esta situación es incompatible con la Democracia real.
Por Carlos Puente Martín
España-16/08/2016
No voy a remontarme a la época de los romanos para tratar un problema actual al que se enfrentan miles de consumidores y, por ende, también ciudadanos. Ni tampoco quiero acudir a las clasificaciones de las leyes de San Agustín o Santo Tomás, conformando una nomenclatura que englobaba la ley eterna, la ley natural y la ley humana o positiva, pero sí recordar una importante aportación filosófica. San Agustín entendía que la ley que no es justa no es ley.
El poder coercitivo de la ley se justifica si es justa, es decir conforme a la razón. Cuando la ley positiva se aleja de la ley natural deja de ser ley y se corrompe. Por su parte, Santo Tomás subrayaba que la ley natural se basaba en la consecución
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