Telecos y privacidad

La intimidad de lo que tenemos en nuestro ordenador personal

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos recuerda que los derechos están para respetarse. Por muy culpable que sea alguien, si las pruebas se obtienen lesionándolos, no pueden usarse para condenarlo.

Por Joaquín Urias
España-02/06/2017

Sevilla, 2007. Un ciudadano lleva su ordenador a reparar. El aparato no tiene ninguna clave de acceso. Una vez reparado, el técnico, para controlar que funciona, abre algunos archivos. Le aparecen así una serie de fotografías pedófilas. Ante ello, lleva el ordenador a la policía. En dependencias policiales unos agentes entran en el aparato. Tanto en los archivos de documentos del disco duro como en la carpeta de recibidos del programa de intercambio de ficheros emule. Encuentran fotos pornográficas de niños y proceden a la detención del dueño del ordenador. Esas fotos servirán de prueba para condenarlo a cuatro años de prisión por posesión de material pornográfico infantil.

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