
Compras y publicidad
La tela de araña del consumismo
Sucumbimos a él y a sus códigos de la felicidad: infeliz el que no tenga, el que no compre. Y cuando dejaron de sacar billetes de la chistera, nos culpabilizaron de la caída de su castillo de naipes.
Por Olga Ruiz
España-05/04/2016
Fueron tejiendo una gran tela de araña, atrayente y pegajosa, en la que quedamos atrapados sin poder despegarnos y donde cómodamente podían devorarnos. Nos vendieron una vida de anuncio en la que gnomos de jardín nos recibían con una sonrisa al llegar a casa. Nos ofrecieron una existencia indolora y anestesiada, llena de insolidaridad, de egoísmo y de temor a perder lo que teníamos; una existencia comprada a plazos, tan brillante y efímera como una burbuja de jabón al sol.
Tocamos la seda de la telaraña y nos sentimos falsamente arropados por su suave tacto, sin pensar que caíamos en una enorme trampa. Con sus elegantes maneras de ilusionistas de chistera nos mostraron el dinero fácil y nos ofreci
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